Tecnología
Robo de información en Latinoamérica sigue siendo un problema
Contar con simples protocolos de seguridad en la industria ya no basta. El robo de información y datos en los sectores industriales en Latinoamérica está encontrando en la tecnología un nuevo aliado.
Los incidentes en este tipo de estructuras suelen ir de la mano de errores que pueden costar el trabajo a los empleados a nivel planta y pérdidas para las empresas que pueden alcanzar millones de dólares. La prioridad en seguridad industrial ya no sólo se trabaja con planes básicos o prácticas oportunas para evitar desastres. El enemigo a vencer está en las máquinas, en el software y en la estructura con la que los empleados trabajan a diario.
En Latinoamérica, estos temas no distan de lo que pasa en todo el mundo. Por ejemplo, dos de los países que más trabajan con este tipo de retos son México y Brasil, en donde los sectores industriales han puesto en la mira estos problemas y ya trabajan con novedosos métodos de seguridad para proteger sus instalaciones.
En el último año, más de tres cuartas partes de las empresas creen que sus principales estrategias tienen la capacidad de evitar que haya interrupciones a sus servicios, así como la de proteger la información de sus compañías y su reputación. Sin embargo, esto no basta. La falta de tecnología de análisis cibernético para monitorear ciberataques ha generado que una gran parte de las empresas no tengan una verdadera noción de cuándo o cómo podrían afectarles los ataques digitales.
Los industriales a nivel global están preocupados por nuevas formas de ataques a los diversos sectores por vehículos como hackers o grupos delictivos especializados en robo de datos e información. Los líderes de la industria del petróleo y el gas en la zona de Latinoamérica reportaron un promedio de 96 ciberataques en un año, de los cuales uno de cada tres tuvo éxito en la violación a la seguridad. Además, el 51% de los equipos de seguridad de las empresas tardó meses en detectar la violación y el 25% tardó semanas.
Las empresas afirman que las violaciones suelen provenir de personas malintencionadas en el interior de la empresa en un 43%, o de personal que publicó información accidentalmente en un 23% de los casos.
En países como Brasil, México o Argentina los niveles de seguridad industrial parecen estar despertando. Los riesgos a los que se enfrentan han llevado a que las empresas de diversos sectores se fortalezcan y trabajen en las áreas de oportunidad. Las pequeñas y grandes empresas que prestan servicios de alta tecnología, protección de data, almacenamiento de datos en la nube y protección con base en software trabajan en novedosos métodos que ofrecen a las compañías.
Ante los accidentes en la industria, los ancestrales protocolos de seguridad tienen que ser replanteados por nuevos modelos de seguridad que implementen medidas basadas en la tecnología. Por eso, la mira de la seguridad industrial no sólo está en las básicas medidas en las que, por años, los sectores industriales han trabajado e invertido. Ahora, más que llenar las plantas y fábricas de robots y computadoras, deben valorar los riesgos que traen consigo, debido a que el enemigo a vencer no necesariamente está fuera de sus estructuras, sino en las entrañas de sus equipos de trabajo.
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