Tecnología
¿Qué significa que se haya revocado la neutralidad de la red en EUA?
En un movimiento que podría cambiar radicalmente la forma en la que usamos el internet, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos votó el jueves pasado para revocar sus reglas de neutralidad de la red.
¿Qué es la neutralidad de la red?
La neutralidad de la red es el principio de que todo el tráfico en Internet debe ser tratado por igual. Bajo las protecciones de neutralidad de la red, los proveedores de servicios de internet tienen prohibido bloquear, ralentizar o proporcionar un tratamiento preferido a sitios y servicios particulares. Las reglas están diseñadas para mantener Internet abierto a todos los interesados y dar a todos una oportunidad de uso justa.
Sin las protecciones de neutralidad de red, es muy probable que los proveedores te obliguen a pagar más para ver y acceder a videos y otra información que recibes regularmente a través de Internet. También podrían limitar tus opciones si los proveedores bloquean el acceso a sitios de compañías particulares o cobran a esas empresas peajes que solo los más grandes y más ricos pueden pagar.
Según la nueva propuesta, las empresas podrían bloquear, ralentizar o proporcionar carriles rápidos a sitios o servicios particulares. Su única responsabilidad en virtud de la propuesta sería divulgar dichas prácticas a los clientes. La FCC ahora le deja a la Comisión Federal de Comercio la tarea de determinar si las compañías de banda ancha están haciendo algo que no hayan revelado a los usuarios.
¿Por qué la FCC quiere derogar la neutralidad de la red?
Cuando se trata de su filosofía con respecto a las compañías de telecomunicaciones, el presidente de la FCC, Ajit Pai, ex abogado de Verizon, es un partidario de libre mercado. El principal argumento de Pai para eliminar las reglas de neutralidad de la red es que han deprimido la inversión de la industria. La inversión en banda ancha puede tomar diferentes formas, pero generalmente resulta en redes más rápidas y confiables que están disponibles para más personas. Esos son los resultados que apoyan los partidarios de ambos lados del debate sobre la neutralidad de la red.
El problema con el argumento de Pai es que los datos que cita no respaldan su afirmación de que la inversión está disminuyendo. En cambio, las cifras muestran que la inversión en banda ancha ha sido básicamente plana desde 2013, con una gran variación entre las diferentes compañías. Un estudio del grupo de defensa del consumidor Free Press indica que la inversión en banda ancha en realidad ha aumentado desde que entraron en vigencia las reglas de neutralidad de red de 2015.
¿Qué sucede después de la derogación?
Las reglas no entrarán en vigencia por unos meses, unos 60 días después de su publicación en el Registro Federal de EE.UU. Mientras tanto, los grupos defensores de los consumidores y otros oponentes seguramente presentarán una demanda para tratar de bloquearlas. Es probable que los miembros del Congreso, en particular los demócratas, presenten una legislación para tratar de revocarlas.
¿Quién se beneficia con la derogación?
Las grandes compañías de telecomunicaciones, incluidas AT & T, Verizon y Comcast están alentando la muerte inminente de las reglas de neutralidad de la red, en parte porque creen que la derogación les permitirá ganar más dinero y les dará más control.
El final de las reglas podría terminar consolidando el predominio de las grandes compañías tecnológicas al frustrar a sus competidores potenciales y disruptores (como los emprendedores).
¿Quién pierde?
Los usuarios normales de Internet perderían con la derogación de las reglas de neutralidad de la red. No sucederá de la noche a la mañana, pero puedes esperar que los proveedores de banda ancha comiencen a cobrarte más para acceder a los sitios y servicios que usas regularmente. Además, los emprendedores y las pequeñas empresas de Internet podrían perder si no pueden pagar los posibles peajes de las compañías de banda ancha.
¿Afecta a América Latina?
Directamente no. De entrar en vigor esta regulación, habría que ver el efecto real que se tendría en los consumidores estadounidenses, pero no habría un cambio directo para los usuarios fuera de Estados Unidos. El riesgo estaría en que esta legislación inspire normativas similares en los congresos de otros países.
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