Argentina
Los beneficios que esperan a las pymes argentinas
En Argentina, desde hace unas semanas, las operaciones comerciales a partir de $2 millones entre grandes empresas y Pymes deberán hacerse con factura de crédito electrónica, lo que permitiría un mejor acceso a financiamiento.
Los importes a partir de los cuales se establecerá la obligatoriedad son decrecientes y serán nulos en octubre del presente año, pues se estima que para esa fecha estarán en línea todos los componentes del modelo y ya podría operar a pleno con alto volumen de operaciones.
“Progresivamente Argentina va acompañando el crecimiento y difusión de la facturación electrónica con nuevas reglas, nuevos documentos tributarios electrónicos y generando un modelo cada vez más sólido y moderno”, dice Andrés Etchenique Ferraris de Gosocket Argentina.
¿Qué significa este cambio regulatorio para las empresas de factoring en Argentina?
Históricamente el financiamiento ha sido costoso y muy restrictivo en Argentina. Las empresas de factoring no tuvieron mucha difusión y frecuentemente estuvieron asociadas a esquemas de costos poco transparentes; pero ahora, desde el punto de vista cultural, este nuevo esquema permitirá superar esas barreras al dar transparencia y desde el punto de vista técnico otorgará trazabilidad y seguridad a las sesiones de documentos y con ello darles una preponderancia nunca vista, dice el ejecutivo.
¿Esto podría resultar en una reducción en las tasas de financiamiento ofrecido a las pymes?
¡Sin duda alguna! Los entornos de transparencia con libre competencia siempre han reducido los costos de las operaciones e inclusive me atrevo a inferir que, como en Chile, las Pymes no necesitarán solicitar financiamiento pues con un mercado maduro las propias entidades de factoraje podrán realizar ofertas proactivas de sus servicios y de manera directa sin trámites ni intermediarios.
¿Qué tan significativo es el cambio para el sector PyMe?
Absolutamente significativo. Si estableciéramos comparaciones entre un entorno de muy difícil acceso al financiamiento y con costos elevados, a un nuevo escenario con acceso instantáneo a fuentes baratas de financiamiento, sin trámites, sin papeles, sin demoras, absolutamente digital e integrado con los flujos financieros habituales…no puedo menos que inferir que el cambio puede ser revolucionario.
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