Factura Electrónica
Facturación electrónica evita la tala de 145 toneladas de madera
Una de las ventajas que está trayendo consigo la digitalización de documentos y las nuevas tecnologías móviles es la posibilidad de reducir de manera drástica la impresión de documentos y, con ello, la progresiva reducción del uso de papel y tintas, con el beneficio para el medio ambiente.
Hoy en día, al utilizar la facturación electrónica se evita el habitual envío por correo ordinario al que estaba uno acostumbrado hace una década. Con estas nuevas tecnologías no sólo se reduce el extravío de documentos y se agilizan los pagos, sino que se presenta un importante ahorro económico y un menor uso de papel y tinta.
Aún cuando el objetivo principal es evitar la evasión fiscal, la facturación electrónica trae consigo importantes beneficios para evitar el gasto en cantidades industriales de papel y tinta.
Al usar el intercambio electrónico de documentos se reduce la tala de árboles. Se calcula que cada tonelada de papel implica cortar 24 árboles que, no hay que olvidar, son fuente de oxígeno y de anulación de CO2.
Un CO2 que también se emite a la hora de convertir la celulosa en papel. El informe indica que poner en circulación un kilo de este material requiere de 324 litros de agua y el consumo de cuatro kilovatios de energía. Por otra parte, también se evitarían los residuos que se producen a lo largo de este proceso, las emisiones generadas en el transporte del material y el combustible consumido.
Cada millón de facturas en papel precisa de diez toneladas de madera. Al facturarlas electrónicamente dejaríamos de talar un centenar de árboles.
En lo que respecta a la impresión, se necesitan unos cuatro litros de petróleo por cartucho producido, eso sin contar con aquellos que se desechan de forma inadecuada. Cada segundo se tiran a la basura unos ocho cartuchos a nivel mundial. Si estos son de impresora láser, tardarán 450 años en descomponerse, o más de mil años si sus componentes son de plástico industrial.
El costo combinado (medioambiental y de gestión) de la recepción de una factura en papel se sitúa en 7,22 dólares frente a los 2,27 dólares del coste de la factura en formato digital.
Teniendo en cuenta todas las variables, ya son varias las empresas que han anunciado el cambio a la facturación electrónica. A nivel interno, se ha comenzado a trabajar sistemas de impresión y digitalización que evitan la impresión innecesaria. Además, se han sustituido las papeleras tradicionales por zonas comunes de reciclaje.
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