Emprendedores
¿Cuál es la diferencia entre emprendedor y empleado?
Mucha gente sueña con renunciar a su trabajo y unirse a las filas de los que son sus propios jefes, pero según un estudio de la Fundación Kauffman realizado en 2016, solo 6% de las personas son realmente dueños de sus negocios personales.
De todos esos que no son dueños, algunos lo han intentado y no han tenido éxito mientras que otros son empleados que nunca se han aventurado más allá de los límites de su puesto de trabajo. Aventarte al mundo emprendedor requiere agallas, pero el éxito radica en entender la diferencia clave entre ser un empleado y ser un emprendedor.
La mentalidad correcta
Un estudio publicado en 2013 en el Journal of Socio-Economics describió la mentalidad de cada uno como la clave para determinar si esa persona sería más feliz y exitosa siendo un emprendedor que siendo un empleado. Según el estudio, un emprendedor tiende a involucrarse en muchos roles y sus intereses, experiencia y habilidades abarcan una gran cantidad de temas que se combinan para dar vida a un nuevo negocio. El estudio encontró que los emprendedores suelen tener una red de conocidos diversa que los ayuda cuando deciden emprender su negocio.
Por el otro lado, a los empleados se les paga por desempeñar un papel o función específica dentro de una organización, por lo que la seguridad laboral, tener un ingreso fijo y desarrollar habilidades muy especializadas suelen ser sus prioridades. Estas prioridades pueden hacer que estas personas sean compañeros de trabajo leales y valiosos que estarán dispuestos a buscar el crecimiento de la organización antes que seguir su propio camino.
Pero ¿qué pasa si un empleado decide convertirse en emprendedor? Aunque no a todos se nos da de manera natural, la mentalidad y la actitud correctas pueden ser aprendidas.
Ética laboral y perseverancia
Muchos empleados viven pendientes del reloj esperando que den las 6 para terminar su turno e irse a casa. Y puede que muchos no sean capaces de enfrentarse a los obstáculos y fracasos como los emprendedores. Por lo general, los empleados tienden a esperar que alguien más dé el primer paso para arreglar un problema porque no tienen la autoridad o la disposición necesarias para encontrar sus propias soluciones.
En una ocasión Steve Jobs dijo que la perseverancia es lo que distingue a los emprendedores exitosos de los que no lo son. Los miembros de este grupo trabajan tanto y tan duro como sea necesario para tener éxito y perseveran ante cualquier reto al que se enfrenten. Esta ética laboral y esta tenacidad son cualidades necesarias para los emprendedores porque el arranque de cualquier negocio es especulativo y los resultados positivos no se pueden garantizar.
Compromiso a una vida de aprendizaje
Cualquiera puede convertirse en un estudiante de por vida si elige comprometerse a desarrollar un interés o habilidad. Los empleados que eligen este camino suelen seguir desarrollando las habilidades específicas que su campo requiere para obtener un mejor puesto en el organigrama. Los emprendedores suelen ver esto desde otra perspectiva, aprendiendo a mantenerse vigentes en un mercado que siempre está cambiando. Priorizar el aprendizaje de por vida le permite a los emprendedores ser flexibles y resistentes mientras hacen crecer sus negocios.
Humildad
En el ambiente laboral, los empleados deben alardear sobre su éxito personal y presumir su arduo trabajo para lograr que los asciendan o les den un aumento, especialmente si son parte de un departamento con muchos empleados. Sin la autopromoción, muchos trabajadores se pierden entre la multitud.
Sin embargo, este nivel de autopromoción pueden ser negativo para los emprendedores, para quienes desarrollar la humildad es clave del éxito. Cultivar una humildad auténtica requiere permitirle a los demás contribuir al éxito de tu compañía y construir equipos fuertes. Los emprendedores humildes saben que no tienen la verdad absoluta así que aprenden a delegar y a confiar en la gente que contratan.
Emprendedores y empleados se diferencian en áreas clave, desde la mentalidad hasta la humildad, pero cualquiera puede cambiar de función si entiende estas diferencias y se muestra dispuesto a cambiar de estrategia. El éxito es posible en cualquiera de las dos áreas, solo tienes que escoger en cuál quieres estar.
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