Colombia
Colombia, ¿es posible la masificación de la facturación electrónica?
Una vez implementada la facturación electrónica en Colombia, el siguiente paso será su masificación a través de la obligatoriedad de la misma. ¿Cuáles son los retos a superar?
Si bien Colombia ya implementó la facturación electrónica para un grupo de contribuyentes, el desafío ahora ahora es masificar su uso. Para asegurar este paso, es muy importante dar inicio al uso obligatorio de los documentos tributarios electrónicos, lo que permitirá cumplir con la meta de implementar la factura electrónica de aquí al 2019.
Este sin duda será un paso fundamental para avanzar en el objetivo de facilitar el cumplimiento tributario de los contribuyentes. Prueba de ello es la misma implementación en países como Brasil, Chile y México donde se está trabajando para acercar la administración tributaria a la ciudadanía. Así, la implementación de la facturación electrónica a partir de 2003, ofrece información en línea que antes no se tenía, lo que ha permitido ampliar la mirada y buscar nuevas formas de facilitación para los contribuyentes. Entre las que destacan la creación, del Registro Automático de Compras y Ventas en Chile, basado en la información disponible en las facturas electrónicas que se intercambian en este país.
La facturación electrónica ha eliminado las obligaciones de las empresas de llevar el libro de Compras y Ventas y de enviar esa información al Servicio de Impuestos Internos. Con este registro, la única información que debe complementar el contribuyente, se refiere a los documentos emitidos en papel, así como la caracterización de las facturas electrónicas. Mismo caso que sucede en México con la implementación de la contabilidad electrónica en 2016.
Entre los retos que enfrenta Colombia destacan principalmente la masificación en el uso de la factura electrónica por parte de las empresas y la correspondiente eliminación de las mismas en papel.
Este desafío también requiere la adaptación de las aplicaciones de facturación de las empresas a los distintos modelos de negocio; así como la disminución de los costos de transacción asociados a la facturación. Por su parte a la administración tributaria del país le corresponderá entonces ofrecer una adecuado soporte y orientación para facilitar el uso de la factura electrónica, entre otros desafíos. Lo fundamental es tomar todas las medidas necesarias, considerando en primer lugar las necesidades de los contribuyentes.
La factura electrónica apunta precisamente en esa dirección, dado que permite disminuir los costos del proceso de facturación y los tiempos de emisión y recepción de documentos, beneficiando principalmente a pequeñas y medianas empresas.
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