Colombia
Colombia, beneficios y ventajas de la migración a la facturación electrónica
La reacción ante el cambio a la facturación electrónica en Colombia no ha sido la mejor. Al igual que en otros países Latinoamericanos, el cambio suele generar recelo debido a la falta de información pero esto no tiene por qué ser así.
La facturación electrónica es el modelo que busca llevar las facturas en papel que expiden los comercios al mundo digital, siendo esto el primer paso de un sin número de funciones que se pueden hacer con los datos recopilados en esa transacción. De acuerdo con nuestro CEO y fundador, Mario Ferández, en 2003 nació un nuevo modelo de facturación electrónica en América Latina, siendo Chile el epicentro de este alumbramiento. Esta incursión es totalmente diferente a la que se conoce en países como Estados Unidos y otros del continente asiático y europeo, lugares donde el modelo se limita a que el recibo no sea físico sino un archivo de Word o un PDF, sin mayor regulación.
Eso al final no trae los mismos beneficios que trae la facturación electrónica de la que estamos hablando.
El proceso de desarrollo para moldear la idea de lo que hoy se conoce como facturación electrónica, se originó gracias a el primer paso que dio la autoridad tributaria en Chile, en la que buscó usar la tecnología para digitalizar las facturas generadas.
Gosocket era una empresa muy joven en ese momento, pero especializados en implementación de sistemas relativamente complejos y desafiantes para las organizaciones. Ya teníamos un dominio de lo que era firma digital y todas estas tecnologías, entonces nos unimos inmediatamente como proveedores privados.
Tomando en cuenta la experiencia adquirida en Gosocket a través de los años y los diversos países con los que hemos trabajado, podemos aclarar algunas dudas sobre los beneficios y ventajas que ofrece la facturación electrónica a los contribuyentes colombianos.
La ventaja del nuevo modelo impacta principalmente al estado y a los empresarios. En ese sentido, la Dian ha enfocado la comunicación sobre la facturación electrónica en la evasión de impuestos y, aunque esta es una de las funciones del nuevo modelo, no es la única. Para el empresario enfocar los esfuerzos solamente en esto lo atemoriza y va en contra de lo que significó en sus orígenes la facturación electrónica en su país.
El objetivo de los demás países ha sido contrario al de Chile, eso es importante de destacar, porque cuando el foco se concentra en controlar la evasión tributaria, puede pasar que si la autoridad no logra doblarse y ayudar a los privados, el proyecto se trabe, y creo que eso es lo que ha pasado en Colombia.
Los empresarios se asustan porque la Dian no ha sabido vender ese beneficio a los privados y eso es en lo que somos especialistas. Podemos convertir esa facturación electrónica en un beneficio empresarial, para todo tipo de empresas e industrias de todo el mundo.
Según lo descrito por el empresario, parte de los beneficios que tiene este nuevo modelo es la democratización tecnológica en las empresas, ya que existen soluciones gratuitas que le permitirán a las compañías entrar en este mundo.
Otro punto a favor, es el abanico de nuevas soluciones financieras paras las empresas, como el e-factoring, un recurso que le ayuda a las compañías a tener mayor liquidez financiera, lo que para Fernández se traduce en una ayuda para que las pymes no quiebren.
En Chile no era obligatoria la facturación electrónica y nosotros nos especializamos en que las empresas le vieran el valor más allá de la obligatoriedad, es por eso que antes de que se declarara obligatorio, hace dos años, las empresas para entonces ya lo habían implementado.
Hasta el momento se ha descrito cómo le beneficia este nuevo modelo al Gobierno, en la modernización del recaudo de impuestos, y a las empresas, ofreciendo nuevas soluciones financieras, pero queda faltando el tercero en este triángulo transaccional, el consumidor.
Los beneficios de esta facturación se dejan ver en las finanzas personales del consumidor, ya que, como ahora el recibo es digital, esto permite que nuevas aplicaciones automaticen el proceso de contabilidad de la persona y, sumado a sus ingresos, le digan cuáles han sido sus gastos y cuánto dinero le queda, entre otras.
Incluso con lo anterior una aplicación podrá ser capaz de hacerle la declaración de renta a su usuario. Además de esto estas facturas digitales podrán ser convertidas en títulos valor para sus propietarios.
La conclusión es que a la facturación electrónica no hay que tenerle miedo, es algo nuevo que llega para quedarse.
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